Existe un mito entre el público en general y entre algunos constructores sobre que los muros de bloques de hormigón se suelen fisurar.
Pero en realidad esto es completamente falso. Un muro de bloques de hormigón, si está bien construido, no tiene por qué fisurarse.
Como pruebas, mostramos algunos ejemplos de muros de grandes superficies, y algunos de formas complejas que echan por tierra ese mito:
Ahora bien, para lograr construir un muro de bloques de hormigón resistente y durable, hay pautas que se deben respetar y errores que se deben evitar de cometer.
1- Se debe trabajar con bloques correctamente estacionados
Los bloques de hormigón, en los primeros días, luego de ser fabricados, conservan algo de humedad en su interior, lo que ocasiona que estén dilatados.
Al transcurrir, aproximadamente unos 15 días, pierden totalmente dicha humedad interior por lo que se contraen, obteniendo así un volumen constante.
Si se colocan en la pared bloques que aún permanezcan dilatados, van a contraerse una vez ubicados en los muros, lo que podría producir una deficiente adherencia con el mortero de asiento de las juntas horizontales o verticales, lo que podría ocasionar la aparición de fisuras.
Si bien, por lo general, las fábricas de primera línea suelen despachar sus bloques después de haberlos tenido en su stock para que hayan madurado lo suficiente, siempre se sugiere adquirir los bloques y tenerlos en la obra, por lo menos, 15 días para asegurarse de que hayan perdido totalmente su humedad interior y que, por lo tanto, tengan volumen constante.
Por eso, también es conveniente tenerlos en obra, sobre tarimas, para protegerlos de la humedad del terreno y protegidos de lluvias, cubriéndolos con un agropol.
Los bloques deben ser colocados secos. A lo sumo, si han sido alcanzados por alguna lluvia, pueden estar algo húmedos, pero nunca se deben colocar saturados en agua porque, en ese estado, estarán dilatados y se contraerán al secarse afectando la adherencia.
2- Se debe respetar al pié de la letra las indicaciones en cuanto a la correcta colocación del mortero de asiento y al tomado de juntas
El tomado es un punto muy importante porque no está relacionado con una cuestión estética sino con la durabilidad del muro, puesto que, su objetivo, es el de sellar las micro fisuras que se forman en el plano de contacto entre los bloques y las juntas de, a medida que éstas van fraguando.
3- Colocar barras de acero de 6mm de diámetro, cada tres hiladas, embebidas en el mortero de asiento, de columna a columna y ancladas en ellas
ERRORES COMUNES QUE NUNCA SE DEBEN COMETER:
Un error muy común es, colocar el mortero que corresponde a las juntas verticales, después de ubicar el bloque en el muro:
Es fundamental para la durabilidad del muro lograr una buena adherencia. Si se rellenan las juntas verticales, de la manera que muestra la foto, es imposible lograr una buena adherencia y el muro va a quedar expuesto al riesgo, no sólo de que se desarrollen fisuras, sino también a filtraciones de humedad
Otro error que se han detectado en algunas obras, es poner las barras de acero sueltas, por fuera de las juntas de mortero:
Es imprescindible que el muro quede vinculado a las columnas y, de esa manera, rigidizado para ofrecer resistencia a los esfuerzos horizontales provocados por vientos fuertes, o movimientos, vibraciones o asentamientos de terreno.
Puestas de la forma que está colocada la barra de la izquierda, que muestra la foto, no sirven para nada.